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Capítulo 51 No te preocupes, no iremos al infierno

Sarah vio los ojos carmesí de Antonio y supo que estaba a punto de perder la cabeza por completo.

Su corazón se apretó. Aprovechando la oportunidad, le dio una patada directa.

Antonio gimió de dolor y cayó a un lado. Sus delicadas facciones se torcieron.

Sarah rápidamente lo empujó y se levantó d...