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Capítulo 468 Las mentiras de una caída

—¿Qué dijo? —presionó Antonio.

Serene sollozó, diciendo—: Dijo que mi lesión en la pierna era una deuda que les debía a ambos. Creía que merecía este estado miserable, deseando que hubiera muerto en ese accidente de coche para que tú y Sarah no tuvieran que lidiar con las dificultades que supuestam...