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Punto de vista de Gar:
Después de que Michael se fue, volví al centro de mando. Observo cómo el doctor pone vendajes a la mujer; incluso magullada y golpeada, se ve hermosa. Por alguna razón, me siento atraído hacia ella. Su aroma me hace querer abrazarla y protegerla de cualquier daño. ¿Qué demonios me pasa? Ella es la compañera de mi mejor amigo, mi futura Luna si no lo rechaza. Pero no puedo evitar sentir que debo protegerla y amarla.
—¡Familia! —dice Titus de la nada.
—¿Familia quién? —pregunto confundido.
—La chica, idiota, ella es familia —dice tratando de tomar el control.
—No, ella no es familia. Soy hijo único y mis padres también lo eran —este tipo no tiene sentido.
—¿En serio vas a debatir esto conmigo, humano? Soy un lobo, podemos sentir a nuestra familia —dice mientras sigue caminando en círculos, mareándome.
Perdido en mis pensamientos, no escuché el ruido que salía de la tienda. La mujer está saliendo de la tienda mirando a su alrededor; no puede verme porque estoy detrás de un árbol. La agarro antes de que se aleje demasiado y me golpea en la cara. Ella no es una loba común, tiene mucho poder. Como será mi Luna, tengo que ser gentil con ella. Me comunico mentalmente con Michael para informarle que está despierta.
Tan pronto como la toqué, empezó a pelear conmigo. Me pateó y me golpeó donde pudo. La solté. Se dio la vuelta y me golpeó en la nariz. Mi nariz se rompió y eso me enfureció. Tanto que casi olvidé que es la compañera de mi Alfa. Traté de hablar con ella, pero no me escuchaba. Esquivaba sus golpes mientras intentaba calmarla.
Mike necesita llegar aquí lo antes posible. Me comuniqué mentalmente con él para que se apresurara. Siento que podría tener que dejarla inconsciente para que deje de atacarme. Y eso enfadará a Mike. Pero si no deja de atacarme, puede que no tenga otra opción.
Punto de vista de Michael:
Cuando llegué al hospital de la manada, vi a dos de mis hombres sujetando al Alfa James, me sorprendió que parecieran tener dificultades para mantenerlo. La última vez que vi a James, parecía estar al borde de la muerte. Al entrar en la habitación, James me ve y empieza a gritarme, lo cual es gracioso considerando que está a mi merced.
—¡HIJO DE PUTA, QUÉ DEMONIOS LE HAS HECHO A RATI! —grita. Al menos ahora sé el nombre de mi compañera.
—Primero, cálmate y hablemos como hombres civilizados. En cuanto a Rati, está bien y, como dije antes, no es tuya —dije conteniendo mi ira.
—¡¿QUÉ TE HACE PENSAR QUE TIENES ALGÚN DERECHO SOBRE ELLA?! —grita.
—¡ES MI MALDITA COMPAÑERA... ESO ME DA TODO EL DERECHO SOBRE ELLA! —le grito en la cara, luchando contra el impulso de romperle el maldito cuello.
—Ja... ja... ella nunca te amará, vínculo de pareja o no. Has destruido el lugar que ha sido su hogar durante nueve años. Nunca te amará. Sin mencionar que tus soldados mataron al único padre que le quedaba —dice mientras me escupe.
—Ella llegará a amarme una vez que el vínculo de pareja crezca —dije sin importarme su opinión.
—Vínculo o no, nunca te amará. Ella está esperando a mi cachorro. Quien será un recordatorio diario de nuestro amor. Así que perdiste antes de siquiera empezar —dijo con una sonrisa.
—¡ERES UN MALDITO MENTIROSO! SI ELLA ESTUVIERA EMBARAZADA, NUNCA HABRÍA PELEADO —grité mientras le agarraba del cuello.
—Ella no lo sabe, imbécil. Escuché el latido anoche. Se lo iba a decir hoy, pero nos atacaste. Se suponía que debía haber escapado, debe haber vuelto por su madre —dijo sin aliento.
—No... no... no, mi compañera no puede estar esperando el cachorro de otro hombre —dije en voz alta sin darme cuenta.
—Te daré lo que quieras. Todo lo que poseo, solo no la lastimes a ella ni a mi cachorro —dijo con ojos suplicantes.
—Ya tengo todo lo que posees —dije tratando de mantenerme entero.
«Tiene razón», dijo Eos.
—No puedo creer eso. La Diosa Luna la eligió para que me amara a mí y solo a mí. ¿Por qué estaría esperando el cachorro de otro hombre? —dije sintiéndome perdido.
«Nunca nos amará. Incluso si se queda con nosotros, estará dedicada a su cachorro y al amor que tiene por ese Alfa», dijo Eos con disgusto.
—¿Qué me aconsejas que haga, rechazarla? Hemos estado esperando décadas por nuestra compañera. ¿Se supone que debo dejarla ir porque está esperando el cachorro de otro hombre? ¿Y si me está mintiendo? —me estoy irritando, Eos actúa como si no quisiera a nuestra compañera.
«Solo hay una manera de averiguarlo. Vuelve con ella y escucha el latido», dijo.
—Voy a confirmar lo que acabas de decir. Así que, por la Diosa, si me estás mintiendo, te castraré y te mantendré como sirviente —dije mientras salía.
¿Qué demonios voy a hacer? No solo tengo que lidiar con un juicio y múltiples ejecuciones. Sino también con una compañera embarazada, que podría odiarme. Escucho a Gar tratando de comunicarse conmigo a través del enlace mental.
—Alfa, ella está despierta y tratando de escapar —dijo Gar.
—Asegúrala, estaré allí en breve —dije corriendo para llegar a ellos.
—Lo estoy intentando, me rompió la maldita nariz —dijo.
—¿Cómo? —pregunté sorprendido.
—Se movió y me golpeó en la nariz —dijo, sonando como si también estuviera corriendo.
—Más te vale no estar huyendo de ella —dije gruñendo.
—No, estoy tratando de esquivar sus golpes —dijo.
—¿Cómo es que tú, mi Beta, no puedes manejar a una mujer? —pregunté. Podría despedirlo.
—Es fuerte como el demonio. Incluso herida, puede darme pelea —dijo.