Read with BonusRead with Bonus

Renunciar

Después de la fiesta, llegué directamente a casa, dando vueltas en la cama durante horas. Las imágenes de Scarlett y Justin me mantenían despierto, intensificando mi enojo. Lo odiaba con toda mi alma. Ella era mía y solo mía, maldita sea. Nadie podía tenerla. No necesitaba que Godric me dijera que e...