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Capítulo cincuenta y dos

—Háblame de la noche en que te dejé —su voz tenía ahora un tono más autoritario. Era muy parecido a la noche en que la había interrogado sobre el ataque, la noche en que la había rechazado y descartado.

Annabelle negó con la cabeza, las lágrimas corrían libremente por su rostro. No podía pronunciar...