Read with BonusRead with Bonus

Capítulo treinta y cinco

El castillo parecía tranquilo, casi demasiado tranquilo. Esten había salido antes del amanecer con un grupo de cien guerreros. Su cuerpo dolía, ya que Esten la había tomado bruscamente contra la pared esa mañana. Annabelle estaba segura de que tendría moretones en la espalda.

La espera estaba desga...