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Capítulo treinta y dos

Annabelle se despertó cuando los dedos de Esten se hundieron en ella. Una de sus piernas estaba entre las de ella mientras yacía de espaldas a él. Su otra mano estaba en su pecho y podía sentir su miembro palpitando contra su trasero. Ya estaba húmeda y resbaladiza, y movió un poco las caderas cuand...