Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 114

Los ojos de Adrian se iluminaron, su actitud ya no era tan tensa como antes. Sonrió y dijo:

—Sí, todos son cultivados por los aldeanos aquí, sin pesticidas. Puedes comerlos con tranquilidad. Señorita Redstone, si te gustan, te recogeré algunos cuando te vayas.

—Genial, gracias.

—No te molestaré m...