Es ella
Aún en la perspectiva de Nathan
Mientras estaba sentado en mi cama pensando en mi encuentro con Hillary, la puerta de mi habitación se abrió de repente, interrumpiendo mis pensamientos, y Ariel se acercó a mí, vestida con un abrigo negro. La miré con desconfianza mientras se acercaba.
—¿Qué demonios haces aquí? —le pregunté con tono molesto. Es la última persona que quiero ver ahora mismo. Ya es bastante malo que mis padres me la estén imponiendo, y ahora ella también se me está echando encima, es tan asqueroso.
Es una joven heredera que puede tener al hombre que desee, no entiendo por qué está tan empeñada en tenerme a mí. He dejado claro a todos que no estoy en lo más mínimo interesado en ella, pero simplemente no acepta un no por respuesta.
La trato como basura, intentando que se rinda conmigo, pero sigue volviendo, colándose en mi habitación cada vez que tengo un mal día, esforzándose tanto para que me acueste con ella.
Es una puta barata, y uno de estos días, le voy a decir cuánto me repugna.
Me recosté en mi cama con la cabeza apoyada en el cabecero, y la observé mientras se acercaba, moviendo su mano hacia los botones de su abrigo. Cuando llegó al centro de la habitación, se quedó quieta en un lugar, abrió el botón de su abrigo, se lo quitó lentamente y lo tiró al suelo.
Su cuerpo sexy y elegante estaba a la vista mientras la observaba de cerca. Ahora está frente a mí, apenas vestida con un conjunto de lencería negra que no deja nada a la imaginación. Sus piernas están cubiertas con unas medias de material de red suave, que se detienen a mitad de los muslos, exponiendo sus muslos.
—¿Qué demonios haces aquí? —le pregunté enojado, ignorando su tonta exhibición de locura que pretende ser seducción. Estoy seguro de que cualquier otro chico se sentiría tentado a tocarla, pero me repugna, verla tan cerca me revuelve el estómago. Mientras la veía caminar hacia mí, sentí la necesidad de vomitar, pero tuve que contenerme porque no quiero vomitarle en la cara, sería tan embarazoso.
—Escuché que te sentías triste por alguna chica tonta que intentó echarse sobre ti. No puedo creer que una chica sea tan atrevida como para besarte de esa manera, es una idiota. Algunas chicas son tan insensatas, simplemente no saben cuándo retroceder —comentó con disgusto, acercando su mano para acariciar mis mejillas.
Espero que sepa que ella está entre esas chicas insensatas que no saben cuándo retroceder. Moví mi cabeza hacia un lado para evitar el toque de sus manos.
—Eso no me dice por qué estás aquí, Ariel. ¿Qué quieres? —pregunté una vez más, ignorando sus comentarios tontos.
—No seas así, mi amor. Nos vamos a casar algún día. No puedo quedarme de brazos cruzados sabiendo que necesitas compañía, solo vine a estar contigo —dijo seductoramente mientras se movía para subirse a mi cama.
—Sal de mi habitación de una puta vez —rugí enojado, empujándola bruscamente fuera de mi cama.
—¿Por qué eres tan irracional, Nate? ¿Por qué me odias tanto? Hemos estado comprometidos por más de dos años, y aun así sigues alejándome y tratándome como un virus. ¿Qué quieres de mí? —preguntó tristemente mientras rompía en llanto, llorando tan fuerte que me irrita profundamente.
La puerta se abrió una vez más y mamá vino corriendo hacia ella, la abrazó suavemente mientras me lanzaba una mirada asesina. Sé que esto es exactamente lo que Ariel quiere. Siempre hace esto y termino siendo regañado por mamá.
—Te crié mejor, Nathan. Nunca deberías hacer llorar a una mujer —me regañó mamá.
—Y tú deberías dejar de darle falsas esperanzas, mamá. Nunca pedí estar comprometido con ella, tú me lo impusiste y ahora que finalmente estoy tomando el relevo de papá, lo primero que planeo hacer es cancelar mi compromiso con ella. No puedes obligarme a casarme con ella, no lo aceptaré —le grité.
—No te atreverías, Nathan. ¿Qué demonios te pasa? —me regañó enojada, mirándome furiosamente mientras me levantaba de la cama y salía de la habitación. No tengo idea de a dónde voy, pero sé que tengo que alejarme de mamá y Ariel antes de que me irriten más.
Es bueno que finalmente haya cumplido con la última solicitud de los accionistas y la junta directiva. Finalmente podré tomar el relevo de papá como presidente y jefe de los negocios familiares, y eso automáticamente me convierte en el jefe de la familia y el tomador de decisiones.
Cuando tome el control por completo, me mudaré de la casa familiar y cambiaré mi equipo de seguridad. Mis guardias de seguridad actuales no me son leales, por eso pueden informar de mis asuntos secretos a mamá y Ariel. Esta no es la primera vez que mis secretos se filtran a mis padres y a esa perra de Ariel.
Por eso sigue viniendo a mí cada vez que estoy deprimido. Obtiene información sobre mí de mis guardias de seguridad y trata de usar esa información a su favor. Realmente piensa que la dejaré atraparme con sus trucos baratos.
¡Es tan estúpida!
Cuando finalmente me mude a mi casa, me aseguraré de que ella no tenga acceso a mí, nunca se acercará a mí, jamás.
Me subí a mi coche y conduje directamente a OXBY's. No quiero que nadie me espíe y reporte en casa, así que decidí conducir yo mismo al club. Para asegurarme de que no me estaban siguiendo, primero conduje en círculos, escaneando el perímetro antes de dirigirme a OXBY's. Es uno de los mejores clubes de la ciudad y es propiedad de Edward, Carl y yo, aunque yo poseo la mayor cantidad de acciones en la empresa. Mi familia no tiene idea de que invertí todos mis ahorros en este negocio, estoy seguro de que no lo aprobarían, por eso lo mantuve en secreto.
Convertí mi oficina en el club en mi suite, mi zona de confort sin molestias de mi familia. Incluso la hice a prueba de sonido para que los ruidos fuertes de la música del club no perturbaran mis momentos de tranquilidad.
A los ojos de todos, el club pertenece a Edward y Carl y quiero que siga siendo así. Carl había dado invitaciones gratuitas a nuestros amigos de la escuela, instándolos a venir a nuestro club y festejar toda la noche para celebrar nuestra graduación. Realmente no sé por qué eligieron ir a la escuela de negocios conmigo, supongo que no querían que me sintiera demasiado miserable cuando me pidieron que volviera a la escuela de negocios antes de poder liderar el grupo de empresas Trents. Son más que amigos para mí y los amo a ambos con todo mi corazón.
Cuando llegué a OXBY's, estacioné mi coche en mi espacio de estacionamiento personal, luego tomé nuestra entrada privada a mi oficina. Tan pronto como entré en mi oficina, me dirigí directamente a mi baño para lavarme el hedor de Ariel.
Siempre me siento sucio y asqueroso después de cada encuentro con ella, simplemente no soporto estar cerca de ella o de cualquier otra mujer, excepto por esa chica que me había besado y se había escapado. Por alguna razón desconocida, no me siento disgustado por ella en absoluto. Ella me había abrazado y besado, y en lugar de apartarla, sentí el impulso de acercarla más y besarla tan apasionadamente, adorando su cuerpo angelical con mis labios.
Tengo algo de ropa en mi armario improvisado, así que rápidamente me vestí con unos jeans azules y una camiseta blanca. Me puse mis zapatillas blancas y me peiné, luego salí de la habitación y me dirigí al reservado privado que siempre uso cuando estoy aquí.
Todos los reservados privados son bastante caros y se utilizan estrictamente con cita previa. Siempre son usados por clientes que valoran su privacidad más que cualquier otra cosa. Yo valoro mi privacidad, así que tengo mi propio reservado privado especial que es usado por mí y mis amigos, nadie más.
Los reservados privados están construidos alrededor de la enorme pista de baile con una ventana que va del suelo al techo. Puedes ver todo lo que sucede en la pista de baile, pero nadie puede verte a través de las ventanas tintadas. Así es exactamente como fueron diseñados.
Tuve una pequeña charla con los chicos, luego entré directamente en mi reservado privado. Podía ver a Edward y Cole coqueteando con algunas chicas en la pista de baile. Siempre es divertido verlos coqueteando descaradamente con diferentes chicas. No los envidio en absoluto, sus vidas son un desastre y siempre terminan en la columna de chismes de varias revistas de celebridades, donde generalmente se les refiere como los Playboy más populares de la ciudad.
Es tan loco y divertido porque realmente no les importa su reputación. Simplemente quieren divertirse y festejar toda la noche, despertándose con resacas todos los malditos días, y con una chica diferente en su cama cada noche. No me importan las fiestas y la diversión por ahora, después de todo, aún no soy el presidente de las empresas.
Pero la parte de ser mujeriego es un no rotundo para mí, simplemente no puedo hacerlo, es tan asqueroso.
¡Ewww!
No puedo imaginarme despertando con una mujer diferente cada mañana, definitivamente me daría arcadas hasta morir porque sería tan repulsivo.
Usé el intercomunicador para llamar al bar y pedir una botella de Hennessey. En solo unos minutos, una camarera vestida con una lencería sexy y provocativa trajo mi bebida. Se inclinó para darme una vista de su escote mientras dejaba el vino, luego caminó hacia la salida, moviendo las caderas seductoramente mientras salía. Cuando llegó a la puerta, se volvió y preguntó:
—¿Hay algo más que pueda traerle, señor? —ronroneó seductoramente.
—Lárgate —le rugí sin siquiera girarme para darle una segunda mirada. Ella se apresuró a alejarse de inmediato, alejándose lo más posible de mí.
Las chicas en este club saben bien que no deben intentar seducirme, han aprendido de aquellas que lo han intentado antes y saben que acercarse demasiado a mí simplemente les costará su trabajo.
Abrí la botella de Hennessey y vertí un poco en un vaso, bebiéndolo de un trago. Estaba sirviendo más bebida en mi vaso cuando mis ojos divisaron a dos mujeres entrando al club.
Pausé mi movimiento y dejé la botella y el vaso sobre la mesa, luego me levanté y caminé hacia la ventana de vidrio para poder mirarla y confirmar por mí mismo que mi subconsciente no había conjurado una aparición solo para burlarse y engañarme.
¡Santo cielo!
¡Es ella, realmente es ella!