Mi Alfa sádico maldito: La maldición de Sebastian

Furia

Sebastian

Agarré un puñado de su cabello rubio mientras ella movía la cabeza hacia arriba y hacia abajo, tomándome en su boca y, como siempre, haciendo su mejor esfuerzo para complacerme, siendo tan sumisa como lo había sido desde el principio.

Esta mujer nunca fallaba en complacerme, o nunca esta...