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Renuncio

Una arruga apareció en mi frente. Conocía esa voz. ¿Quién...

Acercándose, la persona se agachó a mi nivel, y los rayos de luz iluminaron su fisonomía.

—¿C-Christian?

—¡Oh Dios! ¿Qué te pasó, Ember? —Me examinó, con sorpresa y preocupación visibles en sus ojos.

Me quedé en silencio sin saber qué ...