Read with BonusRead with Bonus

Ojos grises

Toc, toc...

—¡Sr. King Jr.! ¡Ember, querida! ¿Todavía no están despiertos?

Nuestros ojos se abrieron de par en par. Hunter nos volteó, desenredando la manta, y se levantó empujándome fuera de él. Dejando escapar un suspiro de alivio, me levanté también. Olvidé que tenía aliento matutino que cierta...