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Enfrentando la verdad

Ethan

Miré fijamente al idiota frente a mí, con su escritorio entre nosotros, pero mi impulso era romperle la cara a ese imbécil, mientras que al menos quería señalarle con el dedo en la cara.

—No eres dueño de Mariana, Ethan —se atrevió a decir—. No puedes decidir quién se le acerca o no, y no ...