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No para siempre con Rina

Vincenzo Moreno

Agarré un guante y deslicé mi puño en él. Con los dientes apretados para contener el dolor, envolví las correas del guante alrededor de mi muñeca; luego me dirigí directamente al ring.

—Signore, olvidó el segundo guante.

Bloqueé la voz y continué hasta llegar al ring. Esperé a que...