Read with BonusRead with Bonus

Su compañero roto 11

unas semanas después

—Shh... está bien —susurró Sarah, jugando con su cabello.

Seth gimió en su sueño, su respiración pesada resonando en la habitación. El sudor acumulado perlaba su cuerpo y las sábanas absorbían toda la humedad. De vez en cuando, abría los ojos, mostrando signos de una pesadil...