Capítulo 7- La persecución
Lexy
Para cuando llegué a la fiesta, eran las 12:45 de la madrugada. Pero me tomó unos 15 minutos entrar por la puerta. Me había quitado la chaqueta porque tenía calor. También necesitaba arreglarme un poco después del viaje. Sentía que necesitaba una ducha de hielo. Cuando finalmente entré, Leila se animó:
—¡MATE!
Casi me atraganté al escucharla decir eso.
—¿Qué dijiste? —Caminé hacia el bar más cercano a mi derecha. Agarré una bebida y me la bebí de un trago. Pedí otra cuando Leila dijo:
—Huelo a mate.
—¿Quién? ¿Dónde? —es todo lo que pude decir. Pero entonces lo olí, madera de cedro con un toque de tequila. Tomé mi otra bebida, pero esta vez la bebí despacio. Traté de ver de quién venía, pero había demasiada gente. No quería andar con la nariz en el aire tratando de encontrarlo. Decidí ir a la parte trasera de la casa del grupo para tomar un poco de aire fresco. Solo necesitaba refrescarme. Me llevé otra bebida mientras caminaba por la parte trasera de la casa del grupo.
CJ
Decidí dar una vuelta por la habitación tratando de encontrarla. ¿Cómo siempre logra desaparecer así? Cuando llegué al otro lado de la habitación, capté su aroma cerca del bar. Tan delicioso. Tan embriagador. Necesitaba encontrarla. El aroma estaba volviendo loco a Xazul y a mí. No quería hacerlo obvio, pero no pude evitarlo. Seguí el aroma hacia afuera. Se mantenía cerca de un banco junto a la fuente en el patio trasero. En este lugar, el aroma tenía algo más mezclado. Es un aroma dulcemente invitante. Casi hipnotizante.
Lexy
Cuando salí al patio trasero, vi un banco junto a esta bonita fuente y me senté. Empecé a sentir el calor en mi cuerpo aumentar de nuevo. No podía quedarme allí y decidí dar un paseo por el bosque. Sentía que solo necesitaba un poco de aire fresco y tomar una respiración profunda. Alejarme de todos. No me di cuenta de lo lejos que caminé. Este calor me está volviendo loca. Lo siguiente que supe es que estaba en medio de un claro lejos de la casa del grupo. Tomé una respiración profunda tratando de calmarme cuando capté un olor repugnante. El olor me hizo arcadas. Inmediatamente tomé una postura de defensa o al menos lo intenté. Pero el calor no me dejaba concentrarme en averiguar de dónde venía el olor o de quién. Cuanto más intentaba mantenerme firme, peor me ponía.
Vi una enorme figura negra a lo lejos, pero mi visión se volvió borrosa. Estaba tratando de mantenerme consciente. De mantenerme firme, pero perdí esa batalla. Justo cuando todo se estaba oscureciendo, lo olí y luego pura oscuridad. Ni siquiera sentí cuando toqué el suelo.