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Ochenta y cuatro

Mi boca estaba abierta, al igual que las de los demás chicos.

—Mamá, ¿a dónde vas?

—No solo yo, ustedes también. Vámonos antes de que despierte el Alfa.

¿El Alfa? ¿Por qué mamá se refería a su compañero como el Alfa? Nunca lo había hecho antes. Lo llamaba con nombres cariñosos y, a veces, cuando ...