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Setenta y cuatro

KATELYN

—¿Así que nuestra querida Katherina no tiene lobo, eh? —No podía creerlo. Era la primera chica sin lobo que había conocido.

Y Aaron la estaba eligiendo a ella en lugar de a mí, ese mocoso. Esa cosa estúpida, débil y fea que no tenía derecho a estar a mi lado. Estaba tratando de competir conm...