Read with BonusRead with Bonus

Sesenta y ocho

LUNA ELIZABETH

—¡¿Cómo puedes decir eso?! —exclamé, mi ira creciendo cada minuto.

Había estado en mi habitación, vistiéndome para una salida nocturna con mi compañero. Era tanto por negocios como por placer. Estaba feliz, extremadamente feliz. Nunca había creído que podría ser tan feliz, pero enco...