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Sesenta y tres

MELISSA

Desde que Katherina llegó a la casa del Alfa David después de que nuestra querida Alfa había sido bendecida una vez más por la Diosa de la Luna con una segunda compañera —la madre de Katherina—. Cuando la noticia llegó a nuestros oídos, fui una de las felices, y éramos muchos los que estábam...