Read with BonusRead with Bonus

72

Isabella

Damon colocó un suave beso en mis labios y luego en mi frente antes de hablarme al oído.

—Vuelve a dormir. Estoy aquí —dijo, y como el embaucador que era, su voz me arrulló de nuevo al sueño como una nana.

Para cuando abrí los ojos, ya estaba claro afuera, y Damon seguía dentro de la hab...