Read with BonusRead with Bonus

#Chapter 96 Tía

Cuando ella se fue, miré a Cándido, cuya mandíbula estaba apretada en una línea firme. Parecía molesto, pero no enojado.

Al menos, esperaba que no estuviera tan enojado.

—Lo siento —dije suavemente—. No debería haber... Hay tanto que yo...

—Pusiste en peligro tu vida solo para hacerme sentir celos...