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#Chapter 14 Tú y tu esposa

Toda la cafetería quedó en silencio. Linda gritó y forcejeó, pero la mantuve en su lugar, mirando a Bella, que se había puesto pálida al mirarnos a las dos.

—Maldita perra. ¡Estás loca! ¡Suéltame! —Linda empujó mi mano, pero la ignoré.

Estaba tan furiosa que no había nada que ella pudiera hacer pa...