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Solo sexo, ¿no?

La perspectiva de Vera.

Mis palabras casi se quiebran mientras David se para frente a mí, fulminándome con la mirada. Pero me niego a dejar que su gran cuerpo o su molestia me hagan retroceder.

El músculo de su mandíbula se tensa mientras me mira fijamente.

Como si no estuviéramos lo suficientemen...