Read with BonusRead with Bonus

60 | El hombre del abrigo negro

SIENNA

No necesitaba abrir los ojos para absorber esa temida sensación de incertidumbre. Podía sentir el miedo, pero mis extremidades se negaban a moverse. Sentía como si alguien hubiera torcido cada fibra de músculo en mi cuerpo y me hubiera exprimido hasta secarme. Mi garganta estaba seca, y ...