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13 | ¿Por qué, Dios, por qué?

SIENNA

Una vez que la multitud de chicas cargadas de hormonas se dispersó hacia sus respectivos dormitorios, me preparé para ir a misa.

Estaba de un humor sorprendentemente bueno para fastidiar a cualquiera en el piso, especialmente a Irene, y no intenté alterar el uniforme escolar. Lo llevé ex...