Read with BonusRead with Bonus

Sesenta. Definitivamente una trampa

Mike me agarra la muñeca, sin apartar los ojos de la carretera pero con una expresión de leve irritación por haberme atrevido a atacarlo.

—Contrólate, chico. Eres la única esperanza que me queda aquí. No puedo permitirme que te pongas todo furioso conmigo.

—Mataste a mamá.

—No, Ravenna mató a nue...