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Confesándole a Aryan

Aryan resopló.

—No necesito tu disculpa. ¡Si te atreviste a decir esas palabras, entonces deberías estar lista para pagar el precio por ello! —dijo Aryan. ¿Por qué debería tener piedad de Linda? De todos modos, nunca había sido una persona misericordiosa.

Linda miró a Aryan. Estaba realmente sorpr...