Read with BonusRead with Bonus

No lo descuides

Pero Blair le había dicho una vez que a los hombres realmente les gustaba esa sensación.

Ella miró al hombre frente a ella y su enorme pene que ya estaba erecto.

Odessa estaba segura de que no podría hacerlo. Inmediatamente se negó.

—¡No!

—Lo siento, querida, pero te dije antes que aquí no tomas...