Read with BonusRead with Bonus

Me estoy perdiendo.

Habían pasado dos semanas desde que Sebastián había comenzado a llamarme a su habitación con más frecuencia—7 veces en total. Cada vez que respondía a su llamada, volvía con nuevas heridas, tanto físicas como emocionales. Cada encuentro me dejaba más agotada que el anterior, y el dolor ya no era alg...