Capítulo 5
Viper
Estoy sentado en el bar tomando una cerveza para relajarme. Claire me está masajeando el cuello. He estado estresado desde que Sabine se fue. Sí, fui un imbécil con ella, pero hay algo más que me está molestando. No puedo sacármelo de la cabeza. Siento que me falta algo. Cuando me vio, pude notar que su sorpresa era genuina. No me estaba buscando como la acusé. Pero hay algo más. Pero no puedo descifrarlo. He visto a los Red Devils por la ciudad durante la semana, pero no han pasado por aquí, así que no es asunto del club que yo sepa. Normalmente se detienen cuando están en la ciudad, pero no he visto a ninguno de ellos más que de pasada. Así que eso es raro.
La puerta principal se abre y veo entrar a Bradford. Es el jefe de policía y un buen amigo del club. ¿Qué está haciendo aquí? Nunca pasa por aquí sin más. Me enderezo —Bradford—. Él asiente —Viper. Cuando esto llegó a la estación, pensé en traértelo yo mismo— dice, entregándome un sobre manila. —¿Qué es esto?— pregunto. —No lo sé. Pero considérate notificado— dice y se va. ¿Qué carajo? Nunca me habían entregado papeles así antes. Pero antes de que pueda siquiera mirar el sobre, Lug entra corriendo.
Golpea un papel en el mostrador —¿Sabes por qué no nos están renovando el contrato de arrendamiento del dispensario y nos están desalojando?— pregunta. —¿Qué?— Antes de que pueda responder, Thor entra corriendo. —Viper, ¿por qué demonios el dueño del terreno que estábamos comprando de repente se echó para atrás?—. Vaya. Estamos tratando de expandir el taller de autos y el taller de detalles de Merigold y estamos en el proceso de comprar la propiedad detrás del taller. Se suponía que cerraríamos el trato la próxima semana. Ahora Thor me dice que el trato se cayó. Pero las noticias no terminan ahí. Antes de que pueda decir una palabra, una Speed muy enojada entra despotricando en español.
Cuando llega a mí, pregunta —¿Alguien en este club me jodió con un patrocinador y quiero saber quién?—. ¿Cómo diablos pasó eso? Aún no puedo decir una palabra porque Merigold y Anna entran corriendo como si estuvieran listas para pelear. —¿Qué les pasó a ustedes dos?— pregunto. —Quiero saber quién me jodió con miles de dólares y un gran cliente— gritó Anna. —Y quiero saber por qué Axel y Rowdy están prohibidos en la pista de hielo. No se les permite entrar para las prácticas o los juegos de los chicos— gritó Merigold. —Alguien aquí la cagó en grande— dijo.
—Bien, lo haremos uno a la vez. Merigold, ¿qué pasó?— pregunté. Ella me explicó que le pidieron que no dejara que Axel y Rowdy volvieran. No querían tener nada que ver con los Renegades por razones personales. Pero dejarán que los chicos sigan yendo porque son niños. —Alguien de nuestro club los enfureció mucho— dijo Merigold. —Tal vez simplemente no les gustan los motociclistas— dije. Algunas personas son así. —Viper, los chicos han estado yendo allí durante seis meses. Llevo mi chaleco a cada práctica o juego. No ha habido ningún problema hasta esta semana. Y si fuera un problema con motociclistas, ¿por qué los Red Devils están por todas partes?— dice Merigold. Buen punto. —Anna, tú sigues.
Ella me cuenta que ha perdido a un cliente a largo plazo y está perdiendo cientos de miles de dólares por los disfraces que hace. Le dieron la misma razón. Me miró directamente a los ojos y me fulminó con la mirada. —Alguien enfureció a mi cliente— dijo. Pienso en mi reunión fallida la semana pasada y cómo Anna persiguió a Sabine. La historia de Speed es la misma: el patrocinador la dejó por alguien en el club.
Thor me dice que el vendedor se echó para atrás por la misma razón. Lo mismo con Lug. Alguien está arruinando nuestro nombre. Y jodiendo con nuestro negocio. —Llegaré al fondo de todo esto y averiguaré qué está pasando. No permitiré que alguien arruine nuestro buen nombre. Intentaré arreglar todo esto y lidiar con la persona que nos jodió— dije mientras explicaba cómo Bradford me acababa de entregar unos papeles. De repente, se escucha una risa desde el fondo de la sala. Veo a Casper sujetándose los costados. Está riendo tan fuerte.
—Casper, ¿qué haces aquí?— pregunta Merigold mientras va a abrazarlo. —Hola, princesa. Vine a decirle a Viper que estoy rompiendo nuestra alianza y a patear el trasero de alguien. Pero esto es aún mejor. Me dijeron que estaba manejado, pero nunca esperé esto. Es increíble— dice riendo. Hemos sido aliados durante diez años. ¿Por qué lo dejaría ahora? ¿Qué demonios está pasando aquí? ¿Quién podría haber hecho tanto daño? Merigold se aparta y pregunta —¿Sabes quién hizo esto? ¿Sabes qué pasó?— Él le sonríe y luego me mira como si quisiera matarme. ¿Qué le hice?
—Claro que sí, princesa. Y tú también— dice. Merigold parece tan confundida como yo. —Dime para poder arreglarlo— dice Merigold. Casper la mira con preocupación. —Merigold, toma los papeles que le dieron a Viper. Explicarán todo. Pero te advierto. No te va a gustar lo que leas— dijo Casper. Miro los papeles. Ese sobre tiene todas las respuestas. Merigold se dirige hacia ellos y los agarra antes de que pueda hacerlo. Abre el sobre y saca el documento. Mientras lo lee, empieza a temblar. Lo que sea que digan esos papeles, la está enfureciendo.