Read with BonusRead with Bonus

94

Podrías haber oído caer una navaja de lo silenciosa que se volvió la habitación. Nadie se atrevía a moverse o hablar, todos estábamos procesando sus palabras.

—Lo siento —fue Diana quien rompió el silencio—, ¿dijiste bebé?

—Sí, lo dije —Adamaris se volvió hacia mí—. No lo sabías.

—No estoy... —co...