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Cruza el río.

Justo cuando iba a seguir con las preguntas que le estaba haciendo, él cubrió mi boca con sus manos y me atrajo hacia su cálido abrazo.

—Shhhh... —señaló con la mano en su boca—. Tenemos que mantener la calma, porque son espíritus malvados —explicó, y un repentino sentimiento de miedo me envolvió.

...