Read with BonusRead with Bonus

Treinta y ocho

—Dilo —exigió James.

Cassidy miró a James cuando él le pidió que dijera algo. Parecía un poco aturdida, su mente nublada por el deseo creciente y el lobo dentro de su mente tratando de tomar el control. —¿Decir qué? —preguntó suavemente, un poco confundida y sin aliento después de que James presion...