Read with BonusRead with Bonus

Regalos venenosos

El suave retumbar de su corazón me dio la bienvenida de vuelta del mundo de los sueños. Dean movió su brazo de mis hombros cuando me removí.

—Estamos en casa, cariño —dijo Dean.

Me froté los ojos. El viaje de regreso al castillo duró unas pocas horas. Pareció como si fueran dos. Mi siesta no había...