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Capítulo 50

Kade se preparó para el impacto. No había a dónde ir, así que se dispuso a sentir las garras del demonio cortando su piel. Tenía la daga en la mano, listo para hundirla en el corazón del demonio. Si iba a morir, se llevaría con él a ese hijo de puta feo.

Sin embargo, el dolor abrasador de ser empal...