Read with BonusRead with Bonus

Capítulo sesenta y dos

Luché por resistir la tentación de lanzar mi teléfono contra la pared y opté por golpear los azulejos de la ducha en su lugar mientras me metía bajo el agua caliente. Miré mis nudillos rojos y sacudí la cabeza, era un idiota. Salí y caminé hacia mi habitación con la toalla envuelta alrededor de mí.

...