Capítulo 5
SCARLET
Como no tenía a dónde ir, fui a la recepción e intenté reservar una habitación, pero ya había una reserva a mi nombre. Luke podría haberla preparado para mí, o tal vez Thomas. Luke no era un caballero. Ciertamente, no se parecía en nada a su padre. Si hubiera sabido que era un imbécil así, no habría fantaseado con él durante los últimos seis años.
Arrastré mi maleta conmigo y entré en el ascensor tan pronto como obtuve mi tarjeta de acceso. Qué bueno que mi habitación era una suite. Realmente necesitaba un buen baño.
Primero, saqué de mi maleta y extendí el único vestido que pude traer. Un vestido carmesí sin espalda de Burberry con un dobladillo dos pulgadas por encima de la rodilla y un par de stilettos plateados de Christian Louboutin. Afortunadamente, también tenía mis encantos y mi collar de rubí. Toqué la gema con mi dedo y admiré brevemente su belleza.
No era codiciosa, y nunca me había imaginado usando estas cosas extravagantes antes del matrimonio de mamá. No es que deseara nada de esto, pero cuando mamá se casó con Thomas, no negaría que también viví en el lujo. Mi padrastro era generoso. Me proporcionaba cosas. Vivía en un apartamento arrendado a mi nombre en Cambridge, pagaba mi educación y me proporcionaba todo lo que necesitaba, sin mencionar que también era un buen consejero.
Sin embargo, a veces me preguntaba qué pensaba Luke de mí.
¿Pensaba que quería la fortuna de su padre? ¿Era por eso que no podía gustarle o aceptarme como su hermanastra? Thomas mencionó que necesitaba firmar papeles para la transferencia de activos, pero no quería nada de eso. Ya había tenido suficiente de las cosas materiales. Pero, ¿quién sabe? Tal vez cambió de opinión.
Basta de pensar en Luke.
Mi mente me gritaba. Tenía que moverme. Entré al baño y tomé un baño delicioso.
Poco después, me puse todo, me hice un look de ojos ahumados apresuradamente y terminé el maquillaje de la noche con un toque de lápiz labial rojo. Todo lo que necesitaba hacer ahora era informar a Thomas sobre mi llegada a la fiesta y pedir un Uber. Sin embargo, me detuve al notar el parpadeo de mis notificaciones.
13 llamadas perdidas de Thomas
2 llamadas perdidas de Jax y otro mensaje de él
Ignoré las llamadas perdidas de Thomas porque era una mala hija y abrí el mensaje de Jax.
Jax: ¿Ya has llegado?
Me mordí la uña, pensando en una respuesta.
Yo: Sí. Acabo de llegar. Gracias. ¿Puedo llamarte más tarde? Necesito pedir un Uber.
Jax: ¿Ya saliendo? Bien por ti. Yo estoy atrapado con mi familia esta noche.
Me reí. Yo también estaba a punto de estar atrapada con mi familia.
Yo: Estoy empezando a contar. Van a ser tres semanas, y aún no has encontrado una cita.
Jax: Excepto que todavía hay una mujer en NY con la que no he estado. Solo dime si quieres adelantar nuestro encuentro.
Yo: Oye, realmente necesito irme. Estoy demasiado arreglada esta noche y podría arruinar mi maquillaje si no me voy ahora. Voy a llegar tarde.
Jax: ¿Tienes una cita?
No respondí y le envié un mensaje a Thomas en su lugar.
En camino, Thomas. Nos vemos luego :* – Scar
Estaba a punto de poner mi teléfono en mi bolso, pero mi teléfono vibró. Era Jax de nuevo.
—Maldita sea —maldije, pero contesté la llamada de todos modos—. ¿Qué? Estoy ocupada.
—Entonces, ¿por qué contestaste el teléfono?
—Porque el sonido de mi voz te excita —bromeé. Puse los ojos en blanco—. En serio, Jax. Te dije que estoy ocupada.
—Graciosa —dijo, pero no sonaba complacido—. No respondiste mi pregunta. ¿Tienes una cita?
¿Llamó solo para preguntarme eso? —¿Y qué si tengo?
Él gruñó. —No es una buena idea que te acuestes con alguien más antes que conmigo. ¿No puedes esperar a que nos encontremos? Luego eres libre de irte.
Suspiré con frustración. —No me impongas tu mierda posesiva. No sé cómo funciona tu cerebro, pero para alguien que se acuesta con diferentes mujeres cada semana, ¿tienes el descaro de decirme eso a mí?
—Entonces, ¿realmente vas a salir esta noche, eh? ¿A dónde vas?
—¿Por qué debería decírtelo?
—Sin razón. Solo estoy preguntando.
Puse los ojos en blanco. —¿A dónde más? A ver a mi familia. No voy a una cita. ¿Contento ahora?
—Pensé que no era hasta mañana. —Su tono se suavizó—. Es una noche aburrida para nosotros, ¿no?
—La mía debería ser desgarradora. Extraño a mi madre —dije. Es como si Jax se hubiera convertido en parte de mí. Me encantaba hablar de cosas personales con él porque, a diferencia de los demás, solo escuchaba, literalmente, sin hablar—. ¿Puedo llamarte más tarde?
—Siempre. —Lo escuché reír antes de que finalmente colgara.