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Capítulo 44

Capítulo Cuarenta y Cuatro

Ambas estamos calladas por unos minutos mientras comemos. Mis camarones fritos están buenos como siempre, aunque no tan sabrosos como los camarones con sémola que Alpha Ian preparó para la cena la otra noche, que estaban fuera de este mundo.

—Preguntaré por ahí sobre tra...