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Capítulo 54

¡Dios... maldita sea!

Eso fue...

Evelyn cerró la puerta de una de las habitaciones de invitados y se recostó contra ella. Juntó los muslos y cerró los ojos. Debería haber salido del baño, pero verlo desnudo, tocándose, era como poner un banquete frente a una persona hambrienta.

Y luego que él dij...