Read with BonusRead with Bonus

464 Última voluntad

Emily recordó lo que Dylan había mencionado una vez: Satanás casi toda su piel quemada en ese incendio. ¿Era por eso que no podía sentir el calor?

Un pellizco de tristeza retorció su corazón, y se encontró frunciendo el ceño.

—¿Emily, estás bien? —preguntó Satanás, su voz llena de preocupación.

—Est...