Read with BonusRead with Bonus

373 Del soborno a la seducción

La recepcionista suspiró, dándose cuenta de que no había una salida fácil a la situación. A regañadientes, asintió.

—Está bien, intentaré contactarla por usted.

—Gracias —respondió el hombre, su voz fría y distante, desprovista de cualquier calidez.

Cerca de allí, el guía turístico permanecía ate...