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Capítulo setenta y cinco: demasiado débil para moverse

Alyssa

Wyatt me levanta en sus brazos. Me siento completamente exhausta. No puedo moverme. Después de los numerosos orgasmos que me dio, mi cuerpo se siente débil y ya no parece mío. Me cuesta mantenerme despierta. Me acurruco en su abrazo.

—Necesitas descansar, ángel. Podemos ducharnos más tarde ...