Read with BonusRead with Bonus

25

Perspectiva de Ashley

Justo en ese momento, la puerta de la habitación se abrió.

—¡Dios mío, mis ojos vírgenes! —gritó la persona.

Xander y yo nos congelamos al mismo tiempo. Sus labios seguían en mis pechos y mi mano estaba en su cabello. Si fuera otra situación, me habría parecido gracioso.

Xa...