Capítulo 5- Ariana arrogante
—¿Estás bromeando, verdad? ¿Acabo de escuchar a la arrogante Ariana decir que es la nueva CEO? Pronto empezará a reírse y dirá que su madre está en camino, pero sabía que ella no era del tipo que se reía.
Todos parecían tan sorprendidos como yo antes de recuperar el sentido y levantarse, dándose cuenta de que ella acababa de anunciarse como la nueva CEO y tenían que mostrarle respeto poniéndose de pie.
Yo ya estaba de pie.
Ella tenía esa sonrisa confiada en su rostro tan pronto como todos se levantaron, sintiéndose orgullosa.
La puerta se abrió de nuevo y respiré aliviado. Todo esto era una broma.
El Sr. Miller entró con la mirada puesta en su nieta y todos lo observamos.
—Estoy seguro de que ya han conocido a mi nieta, ella será la CEO a partir de ahora —dijo.
No la conocía bien, pero por las pocas veces que habíamos interactuado o la había visto interactuar con la gente a su alrededor, no era agradable, era el tipo de mujer despiadada que no toleraba tonterías y yo acababa de firmar un contrato para ser su asistente personal.
Pensé que era su madre, firmé ese maldito documento porque pensé que era su madre.
¿Me engañó el Sr. Miller para que firmara ese documento y quería que trabajara con su arrogante nieta?
Esto es una locura.
Ella era el tipo de mujer que te hablaba sin un ápice de respeto y si cometías un error, lo lamentarías, no era el tipo de mujer con la que quisieras cruzarte.
No me gustaba, era la única mujer rubia que no me gustaba.
Siempre tenía esa mirada en sus ojos como si te estuviera diciendo que no eras nada comparado con ella.
Recuerdo cómo una vez me miró como si quisiera que lamiera el suelo por donde caminaba. Nunca nos llevamos bien, no importa cuántas veces nos hayamos visto, apenas hablamos.
Su actitud era otra cosa, ¿cómo se supone que voy a trabajar con alguien como ella?
Y pensar que acabo de firmar que no renunciaría sin importar qué.
¡Mierda! ¿Qué he hecho?
—Tomen asiento todos —dijo mientras todos se sentaban como si estuvieran controlados por un mando a distancia y ella se sentó justo a mi lado, dejando la silla principal para el Sr. Miller. Él siempre sería el jefe.
—Cuento con todos ustedes para trabajar con mi nieta tal como trabajaron conmigo, apoyarla, tal como me apoyaron a mí, quiero que todo salga bien, por favor, preséntense —dijo.
Resulta que tengo que ser la primera persona en presentarse. Apreté los dientes sintiendo que preferiría estar en cualquier otro lugar menos aquí.
—Soy Hardin Smith y soy tu asistente —dije.
Cada otra persona en la sala se presentó, pero yo estaba tan perdido en mis pensamientos que no escuché lo que decían.
—Bueno, ya que me he presentado a cada jefe de departamento, voy a intentar instalarme, espero que cooperemos y trabajemos juntos —dijo mientras se levantaba y todos los demás también.
Ella enlazó su brazo con el de su abuelo mientras ambos salían de la sala y tan pronto como cerraron la puerta detrás de ellos, todos respiraron aliviados, pero yo no, no podía. No creo que vaya a respirar aliviado por mucho tiempo.
Salí rápidamente de la sala de reuniones mientras los seguía. Entramos en el ascensor y esperamos a llegar a nuestro piso.
—Fue una decisión de último momento —dijo de repente el Sr. Miller. ¿Estaba hablando conmigo o con su nieta?
—Fue una decisión de último momento que mi nieta fuera la CEO, sé que debes estar sorprendido porque esperabas ver a mi hija en su lugar —dijo.
—Lo pensé y no pude encontrar a una persona mejor para ocupar el puesto, ella ha nacido en nuestra forma de hacer las cosas, sería la mejor opción, ¿espero que no te moleste la sorpresa? —preguntó.
—Es... —estaba a punto de hablar, pero ella me interrumpió.
—¿Por qué tienes que explicarle algo a él, abuelo? Si no quiere trabajar como mi asistente, debería irse, habría muchas personas dispuestas a tomar su puesto —dijo, y apreté la mandíbula.
Ya estaba mostrando su actitud.
—No, Ariana, él es el único que es capaz de trabajar como tu asistente, necesito hablar con ambos —dijo el Sr. Miller mientras se abrían las puertas del ascensor y todos salíamos dirigiéndonos a su oficina, una oficina que pronto sería de ella.
Entramos en la oficina del Sr. Miller y nos dijo que nos sentáramos, y lo hicimos.
—Ariana, estoy seguro de que conoces a Hardin y él ha trabajado conmigo como mi asistente durante mucho tiempo, decidí que él sería el asistente del próximo CEO de esta empresa, que habría sido tu madre, pero resultó ser tú, y hay algunas cosas que ya se han hecho y no pueden cambiarse, no creo que haya una persona mejor que pueda hacer el trabajo como él y confío en él, quiero que ambos trabajen juntos, disfrutarás trabajar con él como yo lo hice —dijo el Sr. Miller.
La arrogante Ariana solo lo observaba sin decir nada antes de volverse hacia mí con fuego en los ojos, prometiendo mucho, y luego se volvió hacia su abuelo con una sonrisa.
—Si eso es lo que quieres, abuelo, trabajaré con él, siempre tomas las mejores decisiones, confío en ti —dijo mientras extendía su mano y tomaba la de él.
—Me alegra que todo esté resuelto, ahora puedo retirarme en paz, bueno, disfruta tu primer día como CEO y quiero que sepas que puedes confiar en Hardin para cualquier cosa. —Su rostro se volvió amargo, pero el Sr. Miller no lo vio.
Acompañamos al Sr. Miller al ascensor y la arrogante Ariana todavía tenía una sonrisa en su rostro, pero en el momento en que se cerraron las puertas del ascensor, su sonrisa desapareció y se volvió hacia mí.
—No me importa lo mucho que mi abuelo piense de ti, has trabajado para él, bien, pero yo seré quien decida si mereces esos elogios o no, por lo que sé, él podría pensar que estás haciendo las cosas bien cuando en realidad ni siquiera estás trabajando. Voy a decir algo, no tolero a la gente perezosa, ponte a trabajar —dijo antes de darse la vuelta y caminar hacia su oficina.
Me quedé en mi lugar, con las manos apretadas a los costados.
Este era solo el primer día y ya la odiaba.
¿Cómo se suponía que iba a trabajar con una bruja como ella durante los próximos años?
Y lo peor de todo, el contrato decía que no podía renunciar.
Estaba condenado.