Read with BonusRead with Bonus

¿Puedo ser feliz?

El vapor todavía se aferraba al vidrio cuando me incliné sobre el lavabo, apoyando ambas palmas contra la fría encimera de mármol. Las gotas resbalaban por mis sienes, bajaban por las líneas duras de mi mandíbula, trazando un camino hasta mi clavícula antes de desaparecer en la toalla colgada bajo m...