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Esto no es profesional

El mensaje me golpeó como una bala directa al pecho.

Mi corazón se estrelló contra mis costillas tan fuerte que pensé que podría atravesarlas. Por un segundo, genuinamente olvidé cómo respirar. La pantalla brillaba en mi mano, y podía sentir cada latido de mi pulso martillando en mi garganta mientr...