Read with BonusRead with Bonus

215

—¡Dios mío, pobre Jake! Emma, ¿en serio? En menos de cinco minutos, solo puedo imaginar el lío en el que está metido. Todas esas versiones de ti chocando dramáticamente con el desequilibrio hormonal, y probablemente no tienes ni idea de cómo manejarlo. No me extraña que estés tan irritable. —Su tono...