Read with BonusRead with Bonus

200

No tengo idea en qué orden se enviaron los correos electrónicos y los mensajes de texto. Mi cabeza está demasiado aturdida para preocuparme. El punto es que lo he hecho. Los he leído, a pesar de la agitación emocional, las lágrimas y el deseo de verlo, y aún así, sigo respirando.

Las lágrimas cálid...