Read with BonusRead with Bonus

46

—Eres una chica muy sucia.

El gruñido de Wilder detrás de mí me hizo gemir mientras me giraba para mirarlo por encima del hombro. Ahora estaba sin camisa, y me quedé boquiabierta al ver cómo sus músculos se tensaban y se movían mientras acariciaba su enorme polla. Mi mandíbula se cayó.

Mi otro gua...